Sin duda alguna, completas cada segundo que transcurre
Sublime visión de agua y de sol,
la noche te cubre sin luces.
Cariño y amor, destello y fulgor,
provocas que el miedo se esfume.
Silencio sin más, conjuro de paz,
me entrego a tus brazos sin dudas.
No quiero escapar, me habrás de atrapar
huyendo los dos en penumbras.
Camino de luz, sendero sin cruz,
un beso es la llave del Cielo.
Firmamento azul, frondoso abedul,
realidad de sueños y anhelos.
¿Qué puedo esperar, si en tu respirar
te llevas entera mi vida?
No hablemos jamás de dar vuelta atrás,
que amarte es prisión sin salida.
¡Belleza real, mujer sin igual,
me embriago en tus ojos de diosa!
Con sólo tocar tu piel y aspirar
tu aroma, no importa otra cosa.
Camino de luz, sendero sin cruz,
un beso es la llave del Cielo.
Firmamento azul, frondoso abedul,
realidad de sueños y anhelos.
Corriendo de aquí me arrojo hacia ti
cayendo desde un precipicio.
Y tu amor en mí, la senda sin fin,
es gloria que no ve suplicios.
Morir es vivir, quisiera dormir
y viajar contigo en un sueño.
Mas la realidad lleva la verdad:
del mundo entero somos dueños.
El tiempo esperó y nos encontró
precisos cual fruta madura.
Vamos a vivir, llorar y reír,
que la dicha se nos augura.
A ti, el verso por ser la experiencia más importante de toda una vida.