28 de septiembre de 2010

Evidencias

Imposible negar la obviedad de tu existencia

Eres el agua que mitiga mi sed
Eres el aire que alimenta mis pulmones
Eres cada partícula de eternidad depositada sobre un mundo de mortales
Eres cada sílaba de las melodías compuestas en torno tuyo
Eres cada gota de silencio tranquilo en tardes abrumadoras
Eres cada caricia que antagoniza al dolor obsoleto
Eres cada argumento para razonar los motivos por los cuales vivir en tu compañía
Eres cada mañana en la luminosidad del sol
Eres una noche que nunca termina
Eres la sensación renovadora de los besos neonatos
Eres la musa que incentiva cada sinalefa, capítulo y partitura
Eres la valentía más dulce que he sentido
Eres el centro de la Tierra con un abrazo
Eres la verdad más notoria que conozco
Eres la paradoja platónica
Eres el silogismo más cierto
Eres un sintagma bello y único
Eres la sinapsis más perfecta
Eres el anhelo cumplido
Eres el sueño esculpido en suspiro
Eres la unidad más propia de la naturaleza
Eres la obra maestra del Omnipotente
Eres el amor de mi vida
Eres la única
Eres tú...

A ti, en cada palabra que pronuncias y renueva mi ser