Cuando te veo siento que el mundo se estremece. Vago por escenarios fantasiosos que me remiten a mi niñez, sintiendo que es más que una princesa quien está frente a mí. Me vuelvo y allí estás, con tu mirada brillante y las luces pasando como estrellas fugaces frente a tus ojos.
Me tomas de la mano y es prácticamente cobijarme con un cariño que no tiene nombre; sin embargo, posee el gesto una fuerza tal que inicia las rotaciones y los días. Esa protección y seguridad es justamente un hogar, sólo en el tacto de tu piel.
Si tengo ocasión de escuchar tu voz, recreada en cada segundo de mis días, se entona una canción bella. Cada palabra que pronuncias es un remedio y una solución para todos los enigmas. La paz que conlleva saberte viva me enorgullece como nunca me había sucedido. Es inigualable la sensación.
Y un beso tuyo... Sólo puedo resumir que el viaje al firmamento y de regreso es tan lento y al mismo tiempo tan rápido que no me doy cuenta si ya reviví o si apenas estoy naciendo. Recibir el amor de tus labios es abrir los ojos a un obsequio milagroso de la vida.
Pero tu aroma, esa fragancia que es la envidia de todas las flores y las esencias del mundo, me enerva y rapta. Se introduce una energía quieta y latente, un olor suave y adictivo, en cada poro, en cada respiración. Vaya fortaleza tiene esa magia.
Y es por amor, Mi Vida, que mis sentidos se pierden en ti; mi razón navega por sitios que no conozco y mis latidos siguen perteneciéndote cada vez más. Es por amor que los segundos se extienden y las horas son una bebida dulce. Es por amor que no sólo estas líneas, sino el sentimiento que las genera, va hasta donde tú estés para relatarte que eres lo más bello y magnífico que existe.
Es por amor que estoy aquí, luchando y sintiendo tu paz, tu calor, tu amor.
Y es por amor que estamos juntos... y siempre lo estaremos.
A ti, mi gran inspiración para que los días sean mágicos y bellos. Siempre, gracias
Me tomas de la mano y es prácticamente cobijarme con un cariño que no tiene nombre; sin embargo, posee el gesto una fuerza tal que inicia las rotaciones y los días. Esa protección y seguridad es justamente un hogar, sólo en el tacto de tu piel.
Si tengo ocasión de escuchar tu voz, recreada en cada segundo de mis días, se entona una canción bella. Cada palabra que pronuncias es un remedio y una solución para todos los enigmas. La paz que conlleva saberte viva me enorgullece como nunca me había sucedido. Es inigualable la sensación.
Y un beso tuyo... Sólo puedo resumir que el viaje al firmamento y de regreso es tan lento y al mismo tiempo tan rápido que no me doy cuenta si ya reviví o si apenas estoy naciendo. Recibir el amor de tus labios es abrir los ojos a un obsequio milagroso de la vida.
Pero tu aroma, esa fragancia que es la envidia de todas las flores y las esencias del mundo, me enerva y rapta. Se introduce una energía quieta y latente, un olor suave y adictivo, en cada poro, en cada respiración. Vaya fortaleza tiene esa magia.
Y es por amor, Mi Vida, que mis sentidos se pierden en ti; mi razón navega por sitios que no conozco y mis latidos siguen perteneciéndote cada vez más. Es por amor que los segundos se extienden y las horas son una bebida dulce. Es por amor que no sólo estas líneas, sino el sentimiento que las genera, va hasta donde tú estés para relatarte que eres lo más bello y magnífico que existe.
Es por amor que estoy aquí, luchando y sintiendo tu paz, tu calor, tu amor.
Y es por amor que estamos juntos... y siempre lo estaremos.
A ti, mi gran inspiración para que los días sean mágicos y bellos. Siempre, gracias